La maternidad
cambió mi vida. Desarmó todo las
estructuras sobre las cuales yo erigía mi existencia. De golpe me ví en un
espejo, así tal cual era yo. Hubo mucho
que sanar. Todavía lo hay. Afortunadamente encontré muchos aspectos de mi que
no conocía, y que revelaban mi verdadero yo.
Y no pude ser más feliz con ello.
Hoy siento que ser mujer y mamá es mi mejor y más plena identidad. La maternidad ha sido para mí un proceso de
autoconocimiento intenso, y que por lo visto no piensa terminar. Ha sido como un nacimiento. Poco a poco, he
ido abriendo los ojos, como los bebés, con dolor me he sacudido las lágrimas,
las culpas. Han llegado tan solo bendiciones.
Escribo este
blog desde mis entrañas, revelando con sinceridad muchos de mis sentimientos. Me gustaría poder traspasar a otras madres,
padres, hijos, mis experiencias en torno
a la maternidad y al crecimiento personal que creo esta vivencia puede ser. Estoy convencida de que el hacer conciencia
de la importancia que tiene el criar con respeto, respeto en primer lugar hacia
uno mismo, y luego hacia a nuestros hijos, puede conducirnos a una vida más plena y
feliz. Y qué mejor mundo puede ser ese
para nuestros niños? Como padres y habitantes de este mundo plantearnos una
mirada hacia el interior es de suma importancia. La honestidad por sobretodo permitirá sanar
lo que haya que sanar, y florecer.
Florecer para ellos: nuestros hijos, lo mejor de nosotros mismos y el
mejor legado que podemos entregar.
Escribo este blog por que llegué un camino lleno de nuevas esperanzas. Lo escribo
para ellos mis hijos que han llegado para que yo tenga la valentía de
construir una vida sincera, y por sobre todo, con más amor y conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario