La
Agrupación Vinculados organizó la
Primera Jornada de Crianza Respetuosa, la cual se llevó a cabo el 17 de
noviembre en Santiago. Este grupo de
profesionales tienen como objetivo claro movilizarse en pro de una crianza
saludable, creando espacios tan importantes como el que se llevó a cabo hace
unas semanas atrás.
Una
serie de destacados profesionales se dieron cita aquel día para hablar de
distintos aspectos que atingen a la crianza y cuidado de niños, desde la gestación, el parto, durante su crecimiento y la relación que
mantenemos con nuestro ecosistema. Fueron un sinfín de aportes profesionales
con una muy rica posibilidad de retroalimentación, una experiencia muy familiar
y acogedora, en donde todos los actores nos sentimos en un ambiente hogareño y
placentero.
Una
jornada en la que la reflexión y la conversación sincera se hicieron
sentir. Y es que estos temas no pueden
ser más necesarios y urgentes en la actualidad. Es primordial darle mayor
realce a este tipo de actividades y de encuentros, en donde las ideas conscientes
se planteen y se transformen en nuevas formas de criar y observar nuestro mundo
y el de nuestros hijos. Una sensación de
cambio paradigmático en torno a la crianza se está haciendo sentir
enérgicamente, y es preponderante abrirle más espacio para que la esencia y
naturaleza del amor pueda emerger desde nuestros corazones de una forma más
consciente.
Se
agradecen instancias como estas, en donde podemos palpar que podemos cambiar
este maltratado mundo, dirigiéndonos hacia una cultura más armónica, amable y
amorosa con nosotros y nuestro entorno, orientada justamente hacia donde están
nuestras promesas más grandes: nuestros hijos.
Y sé
que pronto en espacios como estos escucharemos ya no tan solo a profesionales,
dándonos sus valiosos enfoques científicos, si no que a padres o madres,
desvestidos de todo ropaje profesional, exponiendo desde la espontaneidad y la
consciencia clara sus puntos de vista parados desde donde se comanda la
importante labor de la crianza: desde nuestro hogar. Padres y madres hablando
desde su experiencia parental reflexionada y concientizada, sentida y
experimentada en los poros, desde la esencia misma de nuestro ser. Así podremos además gozar de una aún más franca
conversación, con un intercambio de ideas espontáneas y tomar un poco más de conciencia
acerca de aquella labor que nuestra sociedad hoy descalifica tanto y considera
que puede ser reemplazada por cualquier otro sujeto o institución. Es hora de darle la importancia a nuestra
esencia, otorgarles el lugar y título que tan altamente se merece, porque es
parados desde ese ser madre o padre es que podemos vivir la vida, cambiarle el
curso hacia una más amorosa y enseñarles a los más pequeños que la vida es un
milagro y un milagro muy feliz.
Los
cambios de mirada emergen de encuentros como este, donde el intercambio de
ideas bulle con toda la creatividad y fuerza con que crecen nuestros niños.
Gracias por haber creado este vínculo entre todos los asistentes, gracias por los
lazos de amor que ahora nos unen con más conciencia. Gracias porque creo que al
fin estamos cambiando nuestro modo de pensar y nuestra forma de criar.
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